Monday, March 14, 2011

Temas taínos en el poemario «Lope de Aguirre» / De Carlos López Dzur


Guakia Baba / Padre Nuestro

Otra enseñanza apalabró el bohique.
Tenía sus ojos negros y cenizo, el rostro.
Tristeza de padre vetusto como el barro.
Lágrimas en las cuencas de sus párpados
y siglos; dolor en sus entrañas
como los caños secos.

A Nuestro Padre, él dijo, quiéranlo
y bendíganlo, porque Yayael
se ha rebelado desde el hueso.
A nadie quiere.
Estéril como higuera ha sido.
Su cacicazgo, su mujer, collejas afligidas
quiere, a él insatisfacen y envanecen.

En los días del hambre, la amenaza,
por tristeza y sed de la congoja,
es como el maya sin los huesos recobrados,
el sediento con sed y sed y sedes
y la sed del cobarde sin raíces
y la tierra más seca
que la boca y lo amargo.

El cerdo de las edades come las margaritas
y no lo entiende, se sacia meramente.
El aroma de las juncias y del sándalo
su podredumbre esconde, vacía
sobre retamas sus contradicciones
y la bardoma se estremece
sin dulzura en la arcilla.

Digan al Padre, quien su esqueleto hereda,
Maboya-ua, que no sea la mala vibra;
Juracán-ua, ni la tormenta dañosa.
No haya una sonrisa seca ni rostro torvo
ni fealdad ni alegría
en la censura para tez alguna.

Guakia Baba, Padre Nuestro,
seas bendito en el hijo del boricua,
constructor de naciones;
seas como el siervo
que derrama el ser
para el que da el pez
y el agua y su corriente en el tiempo.


1-25-1980 / Lope de Aguirre y los paraísos soñados

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Anacaona

Queen Anacaona was accused of being a traitor.
In September of 1503, she was hung in the province of Xaragua.

¿Quién pudo ser Ella? ... que el lodo se estremece
y burbujea el zoquite, con ojos eruptivos y pelones,
como lágrimas volcánicas...
Donde chapotea la Yaya misteriosa
se busca su cuerpo y no lo hallan
(¿dónde te has ido, Anacaona?)
Seguramente estás más allá de los horcones.
Eres más que llamaradas o cenizas.
Más duros son tus huesos que el ocote;
más oscuros tus ojos que la corteza de yaití
y la yesca que arde
como lumia reprendida por los soles.

¿Quién es?
Que la abundancia está choreta
de amargura, se filtra hasta el abismo.
Unas voces del cielo rumoran sin espadas
y, en lo más oscuro, una trompeta de ira
intercambia sus fotutos con la lluvia.

Un peón de llevanzas da su nombre.
Vino de la muerte y dice:
Ocama,
oye tú,
niña mojada y temblorosa;
ha muerto Anacaona, la han ahorcado.
Es ahora hija viviente de los ríos,
habitante de un árbol con su nombre.

Vé por ella.
Está hablándole a las ceibas,
junto al ombligo de su infancia.

Ocama de Yaya doy, Higuemota:
tu madre te sabe sin consuelo,
pero desde las semillas te llama.
Mandó a decir eres princesa,
vén, florecita de oro, háblame
desde los ciclos de los nuevos días.

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El domingo trágico

One tragic Sunday, after lunch, Comentator Ovando ordered his troops to move. Troopers in their 70 horses, and 300 soldiers, were waiting. Anacaona believed that they were getting ready to prepare a demostration of their skill in the sugarcane game. She went over to the troopers and asked them to dedicate it to her her tribe. The troopers agreed. They asked her to take the tribe to the bend of the river because they wanted to speak to them... Everything was forseen when Nicolás de Ovando, Governor of the Spanish Islands, wore the symbolic, golden medalluion. They tied the tribe to stakes by the bend of the river and burnt them! Some Tainos took managed to take the Queen out of the mass execution. All that could be seen and heard were blood and loud scream... If any Taino would jump onto a horse to save anybody, they were immediately killed. Eighty Taino leaders were slaughtered.

El areito es la guerra santa de estos siglos.
El oye del Ocama es mucho más que propaganda.
Aquí la vida del futuro se decide.
Aquí comienza la confianza a hacerse amarga.

Oye aquí, en su silencio, la muerte
de la noción de vanidad y raza, oye el no taíno
a don Diego de Arana, al Fortín de Navidad,
al cadáver y escombros de la Santa María;
los naufragios en Haití no declaran
vade in pace; al contrario.

Vayan con la muerte tronzuda
es lo que dicen en favor de la viuda que heredara
su cacicazgo en Maguana, vayan con los cadáveres
de ochenta taínos horadados por espada;
vayan con el engaño del medallón sagrado
que Ovando se esparciera por su pecho
como burla a este pueblo
que le confió la inocencia
y la confianza.

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Anacaona habla a su hija

a Ana de Guevara, hija de Anacaona

... te hablarán de juventud y eternas fuentes
y riachuelos, ¡no les creas!
aunque vivas a su lado y entre curas.

Ellos morirán comidos por sus ácaros,
atados a dolor y guardan golpes bajos
y se arrugarán por la amargura
de sus memorias, sus carnicerías
y abundantes frustraciones y terrores.

Las impuras voluntades
sólo con honestidad, si con alma que da
su canto puro, solidario, se lavan.

Te hablarán sobre ciudades encantadas.
Sobre varones con colas en la rabadilla
y fuegos fatuos y fantasmas.

Con mujeres barbadas de tres ojos
con monstruos sin cabeza,
con endriagos con olor a achiote,
con niños de pelo cano
y el tamaño de ratas, con bazofia
de ese tinte mentiroso se entretienen.
¡A ninguno creas, hija mía!

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Luis Aguilera / Chile / En El Vuelo de las Grullas / El hombre extendido: Indice / Entrevista / El Libro de Anarquistas / La semilla victoriosa / El relutador /

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