Tuesday, March 16, 2010

Todavía hay lirios / La nena quiere candela

«The lily can signal growth, development, and a quality
of innocence in our lives»:
M. González Whippler

Gracias a que nada es tan fértil como la inocencia,
aunque haya fiereza y ventisca en el campo,
en patios de las ciudades, en jardines,
hay vibración de lirios y amapolas que nacen cadía día
y germinan con pureza.

Todavía hay lirios y se observan en las mañanas,
no como flores frágiles. Hablo en torno a lirios cantarines
y nerviosos, con puro afán de exponerse a la brisa,
pero son vulnerables, es cierto.

Casi siempre se cuidan en la orilla y se derraman
como canto del agua sobre la inmensidad del prado
o la llanura; yo sé que la calle es una selva,
pero yo veo los lirios, pétalos hermosos y aromados
de sol y me brillan las pupilas de contento.

Hay lirios tan libres que uno sonríe cuando pasan.
Ellos te devuelven noción de belleza y esperanza.
Son puros. Puede que dejen de serlo
(con el tiempo y por causas de fieras y ventiscas),
trágica es la depredación humana, infanticida,
pero todavía el lirio conserva la inocencia
y va a la escuela y se alegra al pasar
la casa frente a tus ojos.

Siempre gráciles, en ufanía, saltan, alborosadamente,
al regresar al campo. Esos niños que son lirios
y esas niñas, amapolas.


23-03-2000 / Las zonas del carácter

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La nena quiere candela

¿De qué candela quieres tú, bobarra?
¿Sabes quemarte con ambición bien inspirada
irte, temeraria al fondo de vulcano
procesarte en las transformaciones,
hacer forja en la energía del día
y flama viva en la noche?

«Dáme candela, candela»
¿y de qué Fuente de Poder la quieres
si mi fuego es creador y al bobarrón
lo destruye? Estas no son pilas de EverReady
ni para conejitas arde la mecha de contacto
por los clubes Bunnies.

Estoy hablando del fuego de la fe
que se prueba, de rayos ígneos
que te suben del coxis
y llegan al corazón más poderosos
y se escupen como amor por la boca
sin necesidad de tanta cantaleta?

¿De qué candela quieres?
¡No creo que sea mi fuego!
«¡Candela, candela!»


08-07-2003 /
El hombre extendido: Indice

La Mano

a mis padres y amigos

Aunque no se vea, esas manos suyas
transmite el ardoroso corazón que esconde
y en la distancia presiente y allá,
en lejanía, sigue siendo un abrazo;
cálda la piel de esa mano que siempre da
y nunca pide; se hicieron para no dar
en público y abundarse en privado.

Yo veo esas manos, cinco rutas que ella indica.
Ella misma abrió el camino para desmentir
a quien dice que sólo exite el dominio
y el puño cerrado y el castigo.
Esa mano tiene gestos protectores,
no acusa, abraza siempre.
Es mano productiva, nunca ociosa.

No hay guante que la cubra
ni caricia que desconozca sus secretos
y dónde vive. Se halla tan fácilmente
aunque ya no quieran creerla ni pensarla
necesaria, auxiliadora. Es la última que llaman
y hace fila primero; no requiere preavisos
ni recordatorios. No funda la demora.
Es la mano primaria.
La verdadero mano invisible del Todo.
La mano siempre dispuesta a lo bueno.

18-11-1999 / El hombre extendido

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El Caos del Hombre en El Librepensador / El hombre extendido: Indice / Testimonio del abandono / La boca /

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